Muchas son las personas que aprovechan el verano, y con él las vacaciones, para llevar a cabo el cambio de casa que tenían previsto. ¿Por qué? Porque, al no tener que ir a trabajar, cuentan con más tiempo libre para poder prepararlo a conciencia y también para poder supervisar mejor las tareas que lleve a cabo la empresa de mudanzas en Sevilla, o en la ciudad pertinente, que se haya contratado.
Pero no sólo por eso. También se apuesta por realizar el cambio de domicilio durante esa temporada porque se puede aprovechar para implicar a los hijos en este traslado, porque hay mayor tiempo para adaptarse el nuevo hogar y porque da la oportunidad de comenzar septiembre con la casa totalmente preparada para el curso.
No obstante, quien decida acometer la mudanza en verano es fundamental que siga una serie de consejos que le facilitarán enormemente la misma:
• Lo primero es comenzar a organizarla con tiempo. Con esto nos referimos, entre otras muchas cosas, a contratar previamente a la empresa de mudanzas en Sevilla, por ejemplo. Y es que en verano este tipo de negocios tiene mucho más trabajo y es más difícil encontrar uno en el último momento.
• Después hay que proceder a ir habitación por habitación clasificando todos los enseres, tirando los que ya no sirvan y regalando los que se no se quieran.
• Es fundamental embalar todos los objetos en cajas perfectamente preparadas para ellos, en cuyo exterior debe aparecer no sólo qué contienen sino también el cuarto al que pertenecen.
• No menos vital es realizar un listado final con todo el número de cajas, maletas y demás electrodomésticos que forman parte de la mudanza.
• Por supuesto, hay que preparar los muebles y electrodomésticos. En este caso, lo recomendable es que sea la empresa contratada la que los embale para que no sufran daños. Eso sí, el frigorífico y el congelador es recomendable que se desconecten justo el mismo día que se van a trasladar.
